Como manejar las personas difíciles
Estoy segura de que en reiteradas ocasiones te has preguntado cómo voy a tratar a Fulano de Tal, ¡es tan prepotente!; así mismo tus conversaciones internas se relacionan con el temor de que una persona conocida de tu ambiente ya sea laboral, personal o familiar, te maltrate con palabras groseras, con su mal genio o una impulsividad que sobrepasa el espacio vital por la agresividad con que se maneja. Te comento que no eres el único en sentirte así, es más, ojala y fueras el único, pues los demás estaríamos libre por ese lado.
Ahora bien, ¿cómo llevarme bien con todo tipo de personas sin importar su rango, nivel o condición social? ¿Qué puedo hacer para que las personas temperamentales con sus cambios no impacten mi humor?; ¿Cómo dejar de ser el zafacón emocional de las personas toxicas y mal humoradas? Lo que planteo a continuación no es la panacea para controlar a los demás, pero sí para ti, es posible que una idea te funcione y otras no, sin embargo, es bueno tener pendiente que todo comienza y termina conmigo, que si algo me molesta, debo evaluar qué es lo que me molesta de la situación para así encontrarle solución.
- Busquemos internamente como anda nuestra estima. Muchas situaciones a nuestro alrededor son ocasionados por la baja estima que tenemos y siempre estamos a la defensiva, buscando donde no hay, viviendo en mapas de otros que ni ideas tienen de ti. Te recomiendo que trabajes con tus heridas emocionales, perdona, sana y sigue adelante que mientras todo esto sucede a conciencia en ti, tú te renuevas como el águila y construye el ser nuevo que quiere y desea llegar a ser.
- Suelta y deja fluir sacando de tu vida todo lo que no aporta y que entorpece tu crecimiento. Sentimientos como odio, resentimiento, remordimientos, culpa, penas y otras emociones negativas que “achicopalan” tu bienestar. Cuando una persona trate de sacarte de tus casillas, simplemente escúchala y, mientras tanto, cuenta hasta 100 de atrás para adelante y de tres en tres. Si, así como lo lees, de tres en tres y comenzando por 100, esto hace que te enfoques en la cuenta, en no perder el hilo conductor y mantenerte neutra. Hazlo aunque sea de relajo y verás los resultados.
- Una técnica que a mí me ha dado resultado es la de no tomarme las cosas de modo personal, cada quien tiene sus mapas y sus conversaciones y yo no seré la co-creadora de mi propio malestar por una persona que no sabe manejar el suyo. En ese mismo orden, cuando suele aparecer una persona violenta a mi vida evalúo cuales podrían ser los temas o asuntos que le puede llevar a detonar su temperamento; evalúo que es lo que me molesta de ella y lo trabajo en mí para que cuando llegue la erupción, yo caiga de inmediato en disrupción. Con esto último somos proactivos, no reactivos.
- Si has caído en la tentación y te dejaste arrastrar por una persona difícil, ten calma y paciencia contigo mismo/a, siéntate, evalúa cuales fueron los motivos de porqué accediste a la provocación, cómo te hizo sentir esa respuesta explosiva, ¿Qué harías la próxima vez que te veas envuelto en una situación similar? Discierne sobre tu sentir y tu accionar ante escenarios similares y trabájalo.
- No te quejes, no critiques, no condenes. A veces, los temas que tenemos, ya sea con nosotros mismos o con los demás, hacen que cualquier situación, en vez de optimizarse, se complique porque la vemos desde un solo ángulo y claro si todo lo miro desde mi perspectiva, pierdo la objetividad y no doy oportunidad a los demás.
- Aprende cada vez más de ti mismo, de tu personalidad, tu temperamento. Sé curioso contigo, desaprende a diario para reaprender otras novedades sobre ti y aprende a tomar lo mejor en cada situación. Cuando eres consciente de tus fortalezas y debilidades, tienes más facilidad para discernir qué te puede afectar y cómo manejar ciertas situaciones que pueden hacer que tu día se torne borrascoso. Ojo, no estoy diciendo que no tendrás momentos incómodos, o días no tan buenos, pero si tienes las herramientas, puedes amainar el malestar y darle otros tonos a tu vida en esos contextos.
- Desarrolla la fuerza del Bambú. Sabes cómo crece el bambú, pues haré la similitud para que entiendas. El bambú se toma nada más que 7 años, si, así mismo, 7 años para sacar su primer brote, porque durante esos años él está creciendo para abajo desarrollando su fortaleza. Pues en este caso, trabaja tu interior, busca que pasó con la niña o el niño en su niñez que cada vez que se enfrenta a X o Y situación reacciona dejándose llevar sin control; haz un ejercicio de visualización y cada vez que sientas que te agreden, aunque sea con los ojos abiertos, recrea una imagen del bambú frondoso, bien verde y de paso escucha el sonido que emiten sus ramas cuando la acaricia el viento y aunque se doble, no se rompe porque su fuerza emana de su resistencia y elasticidad. Verás, al cabo de unos 3 a 5 minutos en adelante y como a Santa Teresa, nada le turba, nada la espanta.
- Si algo he aprendido en este camino que se llama vida es a desarrollar mi inteligencia emocional y con esto he aprendido a soltar, amarrar, cortar, pegar, a saber en qué momento y cuando debo conversar con una persona que me ha agredido. He tenido que hacerlo porque por no saber manejarme emocionalmente he tenido mil un problema que elaboraron un vestido muy caro para poder usarlo hoy día, ese vestido es tan caro que no merece la pena el que me incomode por nimiedades de otros. ¿Cuál es el precio que está pagando por caer en el terreno de los otros? Dite a ti mismo ¿Quién es Fulano para yo cederle mi paz? ¿Es esto tan importante para quitarme mi felicidad? Cuando respondas a estas preguntas estas en el camino de la elaboración del traje, cuando lo practiques y veas su funcionalidad habrás realizado un hermoso traje al que he llamado paz!
- Escribe las cosas que te molestan de las demás personas, no importa el lugar que ocupen éstas en tu vida, pero, además, busca por qué te hacen sentir mal; cuando descubras ese porqué, entonces podrás lidiar mejor con las mismas y sabrás entonar en el momento.
- Por último, mira a las personas desde su grandeza, no desde sus miserias. A veces, en un mal día, una persona solo necesita ser escuchada, una frase de amor o compasión, algo o alguien que le alegre el día y no sabes cómo pedirlo; en su conversación se siente miserable y a ti, solo a ti, te corresponde descubrir cómo ayudar a esa persona a que cambie de un estado a otro sin que te hiera a ti.
Recuerda todo comienza y termina contigo, si los demás invaden tu espacio vital es porque tú lo permites, porque estas ganando algo con ello o porque te conviene sentirte la víctima. ¿En cuál papel te quedas?